Reportaje a la Directora

¿Cuáles son las particularidades de dirigir en un proceso como el que plantea Proyecto 3? ¿Qué dificultades y qué satisfacciones surgen en esa tarea?
La propuesta es abismal, terrible, angustiosa y excitante. El desafío de generar y tener limites, es ordenador y positivo. La estructura propuesta por los coordinadores es motivadora. Compartir con artistas esta experiencia y dialogar constantemente intercambiando observaciones es una responsabilidad atractiva, que nos coloca en un lugar de privilegio en el “quehacerteatral”.
Algo de lo más difícil es elegir como convocar actores. Si es con amigos o con casting. Porque ahí tenés posibilidad de elección. Con mi compañero lo pude resolver, y ese fue uno de los primeros puntos de equilibrio que prometió. En cambio, no hay vueltas con el sorteo, te toca tal dramaturgo, y el rigor te manda naturalmente a congeniar, a resolver, a negociar (de lo contrario no participas de un proyecto así). Lo feliz en todo esto es que si logras despojarte y te entregas al otro, se puede rozar un hecho artístico genuino y casi verdadero; un hijo del equipo.

¿En qué aspectos considerás que el diálogo con el dramaturgo y los actores enriquece tu propio trabajo y el del teatro en general?

Tiene que ver con lo “genuino” que planteaba en la respuesta anterior. El grado de claridad en la comunicación en la dupla, y donde se coloca cada uno en cuánto a generar equipo. Para esta segunda experiencia tome las mismas premisas; mucha conversación, y apertura hacia el otro. La entrega es fundamental, el compañero de timón viene con su mapa mental, vivencias y bagaje, y el director con otro tanto. Es fundamental la sinceridad y la armonía; P3 propone que nos veamos la cara durante un año con un perfecto desconocido que nos tocó en sorteo y con quien debemos crear un hecho artístico que decante en una obra. Y entiendo que tiene que ser honesto el “encuentro”, para que se acerque a lo verdadero, que ya es tarea ardua porque cada integrante de la célula tiene su propia realidad e interpretación de cada encuentro, y del texto. Solo así aportaremos a constatar la hipótesis de establecer diálogos y estimular la investigación de roles, entre otras cosas, que propone felizmente P3.

¿Qué valor pensás que tiene tu presencia (el director en general) durante el proceso de escritura de una obra y en la generación del material desde el que surge?
El mismo que el resto del equipo. No estamos eligiendo un texto y actores, estamos juntos creando algo nuestro, cada actor con ese personaje observado por el dramaturgo y la escena alimentada por la investigación escénica que aporta el director, en función de ese texto ansiado. Sí, entiendo que la figura de un director tiene que aportar tranquilidad, visión, rigor y respeto en cuanto al nexo que hay entre ese señor que escribió y dio palabras a ese personaje que salio del actor durante tantos ensayos, en los que se entregó a las propuestas abismales del proceso creativo. Al recibir el texto es como desvestir esos encuentros, la tensión es insoportable y hasta personal. Por esto la conversación/diálogo y la discusión/debate es fundamental durante el proceso.